Las películas de mi vida (XVIII): Cowboy de Medianoche

Hoy voy a hablar sobre una película bastante atípica. He visto la película unas dos o tres veces y nunca consigo aclararme sobre qué estilo o género tiene. Es un drama, sí, pero es una película tan extraña… Con esos flashbacks, esas escenas tan psicodélicas, con tanto fotograma oculto o subliminal (en ocasiones) como en El Graduado… La primera vez que la vi fue en "¡Qué grande es el cine!", el programa que Garci tenía en TVE y que ZamPo le quitó una vez llegó a La Moncloa. Todavía no se nos ha aclarado a aquellos que veíamos el programa, aunque solamente fuera la tertulia, el porqué se le quitó el programa a Garci. No sabemos si fue porque ZamPo no entendía las películas o por qué fue. A lo mejor fue simplemente que Garci se cansó de hacer el programa. Igual solamente fue eso y estoy yo aquí metiéndome con la incólume (gracias a Paul Scofield y a los que lo doblaron en ‘El Tren’ por prestarme este bello adjetivo) capacidad intelectual de nuestro Presidente Rodríguez.

Recuerdo que Garci dijo en la tertulia que esta película trataba sobre la historia de amistad entre dos hombres. Algo de lo que, según él, está plagado el cine americano. Desde luego es una buena descripción. Es una de esas frases que se me han quedado grabadas de él.

Cowboy de Medianoche es la historia de un pobre joven de Texas que se cree que yendo hacia el este, a Nueva York, encontrará mejor vida actuando como playboy disfrazado de vaquero. La realidad es que huye de su pasado, un pasado que le atormenta durante toda la película a modo de flashbacks. Y la cruda realidad que se encuentra al llegar a Nueva York es que él no va a ganar dinero precisamente haciendo de playboy, sino a perderlo. Él pretendía engañar y vivir a costa de las mujeres ricas de Nueva York y se encuentra con que son ellas las que le piden dinero hasta para el taxi. Un pobre ignorante, desde luego, como el propio Dustin Hoffman le dice en una escena de la película cuando lo compara con su padre: "El pobre (refiriéndose a su propio padre) era más ignorante que tú (refiriéndose ahora a Jon Voight). En vez de figurar su nombre en la lápida, debería figurar una equis, que era como él firmaba."

En un momento de la película, en un bar, el personaje de Jon Voight conoce a Dustin Hoffman (Rico), que interpreta a una especie de indigente cojo y homosexual (aunque no muy explícitamente presentado así) que vive trampeando, timando y robando. Lo primero que hace Rico con su nuevo amigo vaquero es timarlo diciéndole que le presentaría a un conocido proxeneta que le introduciría en el mundo de la prostitución y le haría ganar dinero. La realidad es que le cobra por presentarle a un chiflado fanático religioso.

Cuando el pobre vaquero se queda sin un céntimo, se encuentra por casualidad con Rico de nuevo. El vaquero pretende vengarse del engaño del otro día y recuperar su dinero. Rico, para evitar que le golpee, le ofrece los roñosos céntimos que le quedan encima y le ofrece su miserable casa para vivir. Ahí es donde comienza la relación de amistad profunda y verdadera entre estos dos hombres, que se unen para intentar sobrevivir juntos, no sin ciertos recelos iniciales por parte del vaquero.

Jon Voight intenta ganar algo de dinero de cualquier manera, básicamente actuando como chapero en la calle 42, donde se colocaban todos los cowboys de medianoche. Todo el poco dinero que consigue ganar, se lo gasta en comprar comida y medicinas para su mejor y único amigo, que está enfermo de tuberculosis (o alguna enfermedad de ese tipo) y no hace más que fumar.

Rico, a pesar de estar gravemente enfermo, nunca quiere que le visite ningún médico ni nada porque teme que le lleven a algún centro de la beneficencia. Él lo único que desea es ir a Florida porque allí cree que se encontrará mejor por el clima y porque tendrá muchas mujeres a las que timar entre los dos.

El vaquero, al final, le pega una paliza a un cliente que al final se echa para atrás, le roba, casi le mata… y con eso consigue el dinero para llevar a su amigo a Florida en el autobús. Merece destacarse la escena en la que Rico le dice a su amigo Joe que se ha meado encima y, al final, ambos se ríen. La cara de Dustin Hoffman en ese momento es muy buena, de una gran interpretación. Así como también merece destacarse el momento en el que Dustin Hoffman muere en el autobús mientra su amigo Joe le está contando todas las cosas que piensa hacer en Florida para salir adelante ellos dos. Y la escena final en que Jon Voight pasa la mano por el hombro a su amigo muerto (para aparentar que no ocurre nada malo) y lo abraza mientras el resto del pasaje del autobús los mira sospechando que está realmente muerto.

Este filme también es muy conocido por tener una gran banda sonora, sobre todo la canción ‘Everybody’s talking’ de Nilsson. También porque fue la única película clasificada X (cuando no tenía todavía el significado que hoy le asocia con el cine porno) que ganó un Oscar a la mejor película. Y porque sus dos actores principales, Jon Voight y Dustin Hoffman, estuvieron ambos nominados al Oscar al mejor actor principal; premio que acabó ganando John Wayne por ‘Valor de Ley’ en una ceremonia en la que dijo aquella famosa frase: "Si llego a saber que me iban a dar el Oscar por esta película, me pongo el parche en el ojo antes". Evidentemente, lo dijo porque en la película por la que ganó llevaba un parche en el ojo.

Creo que es una muy buena película. Me quedo con las escenas finales; con los paseos de Joe Buck por las calles de Nueva York con su traje vaquero y con la música de Nilsson sonando mientras; y con la historia de amistad entre estos dos hombres. Me ha costado mucho escribir esta entrada y quiero terminarla ya. Espero que los que no hayan visto la película la vean y que les guste como me ha gustado a mí. Si no tanto, por lo menos un poco.