El Borbón

Yo soy antimonárquico. El Borbón me cae mal. En el mejor de los casos, la suerte del Borbón, me la suda. En el peor de ellos, abogo directamente por derrocarlo. Quiero intentar exponer las razones por las que soy antimonárquico:
Primero de todo, porque suena bien, rima, el decir eso de "El Cabrón del Borbón" o decir simplemente "yo al Borbón lo ponía de peón". Es la razón más importante para ser antimonárquico. Luego vienen razones accesorias y de menor rango.
Se supone que el Borbón, como Jefe de Estado, ostenta la más alta representación institucional del país. En tal caso, es absurdo y anacrónico que tal cargo no sea electivo y abierto a cualquier ciudadano de la nación. Como decía un amigo de mi padre: "si alguien ha de vivir a la sopa boba, quiero tener la oportunidad de decidir quién, aunque solamente sea porque me cae bien". Estoy totalmente de acuerdo con esa opinión. Esa es la razón por la que quiero derrocar al Borbón, porque no me cae bien, simplemente. No voy a decir aquí que las repúblicas son más democráticas que las monarquías, eso es una memez propia de Llamazares, además de ser mentira. No hay más que irse a la república democrática alemana (lo de democrática era en sentido irónico, es que los alemanes siempre fueron gente muy cachonda) o a la URSS o simplemente a la república democrática popular china para ver que no son más democráticas que la monarquía parlamentaria española.
Siempre he escuchado por ahí decir que el Rey es un árbitro y ejerce un papel moderador (creo que hasta lo dice la propia Constitución Española). Vamos, que el Rey es imparcial y no toma partido por nada ni nadie en el terreno político. Eso simplemente es mentira. Por todos es sabido que el Borbón tenía muy malas relaciones con Aznar (y con la derecha en general excepto con Fraga y Suárez), lo cual no era culpa exclusiva del Borbón. Aznar también hizo mucho para que el Borbón se encabronara con él, pues intentó disminuir su papel internacional e intentó reducirlo a la mínima expresión, pero el Borbón debería saber (o así debería ser) que la política exterior la dirige el ejecutivo. Y él no es un poder ejecutivo (o no debería serlo) porque no está sujeto a control parlamentario ni democrático. Y por todos es sabido que el Borbón se siente más cómodo cuando gobierna la izquierda en España. Yo creo que eso es debido a que el Rey tiene una especie de complejo de origen. Sabe que es rey porque así lo decidió Franco, y por tanto, creo que siente la necesidad personal de hacerse perdonar esa manchita por la izquierda. Creo que ese es el motivo fundamental por el que se lleva mejor con la izquierda que con la derecha.
Pero no se confíe, Majestad. En caso de que sople el viento y usted se tenga que agarrar a una farola para no quedarse con el culo al aire, no sé en quién podrá confiar en este país. Creo que en nadie. La derecha no moverá un dedo por conservarle el trono a usted (y con razón) porque está encabronada con usted aunque no lo manifiesten públicamente. ¿Y se cree su Majestad acaso que si la izquierda viera la más mínima oportunidad de proclamar una III República (con la que está cayendo últimamente con la Segunda y la Guerra Civil), iban a renunciar a ella por conservarle a usted su trono? ¿De verdad ve usted a ZP renunciando a salir a la Puerta del Sol a proclamar la III República de su abuelito con la tricolor, si pudiese, por salvarle el trono a usted? Yo es que no lo veo. Igual es que me hacen falta gafas. Es posible. ZP es un oportunista, y va a utilizar su figura (la de usted, Majestad) mientras le sirva. Y en el momento en que no le sirva ya, lo mandará a usted a tomar por culo, como sucede siempre en política. Podría haber hecho más caso a su mentor político (sí, el Cerillita) y haber seguido su famoso consejo: "No se meta usted en política".
Lo bueno de tener partidos como ERC e IU en el panorama político actual es que ellos te hacen el trabajo sucio del desgaste político de la institución monárquica (y también son ellos los que hacen el ridículo generalizado cada vez que sacan el tema en el parlamento) mientras yo me siento tranquilamente en mi casa a escuchar el mensaje de Navidad de su Majestad y espero a recoger los frutos del desgaste. Frutos que estoy seguro que caerán más pronto que tarde. ¡Viva el Rey, coño!
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