Bette Davis, the proud yankee

Hoy quiero escribir (y hacía mucho tiempo que quería hacerlo) sobre una de las mejores actrices, si no la mejor, de todos los tiempos. Quiero escribir sobre Bette Davis, apodada la orgullosa yanqui o también, durante mucho tiempo, llamada la Reina de Hollywood.

¡Qué decir de la personalidad tempestuosa de esta mujer! Era de ese tipo de mujeres que a todo hombre le gustaría conocer al menos una vez en su vida. De ese tipo de mujeres que cuando las tienes entre las manos, exclamas: "¡Dios mío, esto es dinamita pura!". Bette Davis ha sido lo más parecido a lo que yo siempre he buscado en una mujer. Ha sido lo más parecido al personaje de Escarlata O’Hara. Era una mujer inteligente, luchadora, fuerte, emotiva, trabajadora, orgullosa, difícil, indomable, graciosa, arrebatadora, independiente, egoísta… y poseedora de otras tantas buenas cualidades que ha de tener una mujer interesante.

Lo cierto es que hablando de ella se podrían escribir muchas entradas de este blog. Su vida y su carrera en el cine fue tan dilatada en el tiempo como plena de anécdotas. Creo que una de las mejores maneras de acceder a la personalidad de esta gente es a través de frases o pequeños sucesos que protagonizaron. Bette Davis, como otros ilustres personajes, posee un epitafio propio en su tumba. El epitafio, según ella misma, le fue sugerido por Joseph Leo Mankiewicz (director, guionista y productor de cine) y reza así: "Lo consiguió trabajando duro".

Voy a intentar escribir todas las anécdotas y frases que recuerdo de ella. Como he dicho antes, era una mujer graciosa, muy muy divertida e inteligente. Sabía ganarse al público, por lo menos al americano, como nadie. Era ese tipo de personaje al que da gusto entrevistar porque sabes que va a ser un éxito, que no va a dejar a nadie indiferente y que te vas a mondar con ella. En una de esas buenas entrevistas que se hacen en EEUU (y no en España) ella dijo cosas como: "Yo me casé con 26 años sin haber perdido mi virginidad. Era muy tradicional entonces". Tras decir eso, el público americano, que ya se sabe que es bastante puritano, aplaudió. Y a continuación del aplauso, Bette Davis apostilló: "y si quieren que les diga la verdad, me casé porque no aguantaba más". Tras decir eso, el público americano, todavía apludió más. No podía ser de otra manera. ¡Qué gran mujer!

En otra ocasión, le hicieron un pequeño homenaje en algún programa de la TV norteamericana. El programa tenía pinta de ser del estilo de Cine de Barrio, pero sin la fascinación por el horror (al más puro estilo Tod Browning) que producía la presencia de José Manuel Parada o el pianista. La cuestión es que para homenajear a Bette Davis, llevaron a otros actores y directores que habían trabajado con ella para que contaran cosas sobre sus relaciones con ella. En particular, llevaron a Olivia de Havilland (que eran bastante amigas) y a William Wyler (que la dirigió en bastantes películas). Lo que ambos dijeron de ella no tiene desperdicio. Olivia de Havilland empezó hablando de la primera vez que la conoció y dijo que ella recordaba que Bette Davis esa primera vez que se saludaron había estado muy fría y distante, poco cálida para una presentación. Y Bette Davis la cortó rápidamente diciendo: "Yo no lo recuerdo así. De todos modos, si fue como tú dices, seguramente fue porque estaba celosa de lo guapa que eras", jajajajajajajajajaja. A William Wyler le preguntaron qué tal era Bette Davis a la hora de rodar, si era obediente, si era difícil de tratar en el trabajo y esas cosas. Wyler dijo: "¿Difícil? No. ¿Fácil? Tampoco" jajajajajajajajajaja. ¡Cómo me hubiese encantado conocer a esta mujer, Dios mío!

Bette Davis se casó unas cuantas veces. Probablemente su carácter difícil no ayudó a que ninguno de sus matrimonios durara toda la vida. Probablemente no encontró el hombre adecuado que la comprendiera. No voy a decir, siendo pretencioso como Clark Gable en Lo que el viento se llevó, que ese hombre adecuado hubiese sido yo, pero desde luego me habría encantado intentarlo. Me hubiese divertido mucho con ella, o eso creo y quiero creer. Bette Davis lo clavó cuando dijo una vez que quizá el mayor amor de su vida había sido su trabajo.

¿Con qué escenas me quedo de la filmografía de Bette Davis? En primer lugar, a pesar de que Bette Davis no era, ni muchísimo menos, una de las más guapas de aquella época, he de decir que estaba preciosa en muchas películas de los años 30, cuando hacía de rubia y/o le ponían algunos peinados que le sentaban de maravilla. Con esas imágenes me quedo. Me estoy refiriendo a películas como Jezabel, El Bosque Petrificado… De esta época no he visto muchas, pero sí que he visto las imágenes y estaba guapísima.

De la etapa más madura me quedo con la cara que puso en La Loba (penosa traducción del título original en inglés "The little Foxes") cuando no ayuda a su marido mientras a éste le da un ataque cardiaco y ella se queda petrificada en el sillón esperando a que se muera. Magnífica escena y una utilización espectacular de las sombras en la pared, casi al mismo nivel que en la escena de espadachines entre Errol Flynn y Basil Rathbone en Robin de los Bosques. También me quedo con su magnífico papel en Eva al Desnudo. Y ya para acabar me quedo con la última película por la que la nominaron al Oscar, una película bastante fuertecita por el final (que es totalmente inesperado y que no voy a desvelar aquí como un vulgar cabrón), por su papel en ¿Qué fue de Baby Jane? donde interpreta a una antigua niña prodigio que se ve superada en popularidad por su hermana y enloquece. El papel de loca lo hace perfecto. En esta película compartió cartel con quien fue una de sus grandes rivales en la pantalla y en la Warner Bros en los años 30 y 40, con Joan Crawford. Bette Davis aseguró siempre que si no le dieron el Oscar por esta película fue porque Joan Crawford tiró de todos los hilos que pudo para impedirlo, pero que era el único Oscar que estaba segura que iba a ganar. Jajajajajajajajaajajaja. ¡Qué maravilla de mujer, qué frases soltaba la cabrona!

Creo que ésta es, con diferencia, la entrada más larga que he escrito en mi blog, pero sin duda el personaje lo merecía. Es para mí un honor haber escrito algo sobre usted, Miss Davis. Gracias por todo.

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