Los Ozores

Algunos se creen que a mí me gusta hablar sobre el Borbón y otros personajes de la política española, pero no es verdad. Yo no disfruto metiéndome con o injuriando al Borbón. A mí eso no me apasiona. Lo hago movido exclusivamente por las circunstancias del momento. A mí lo que de verdad me apasiona y de lo que me gusta hablar es de cine. Ése fue el motivo principal por el que hice este espacio. Y cada vez que hay algún acontecimiento que hace que yo me tenga que salir de ese tema en mi blog… no es una alegría para mí. No lo es.

Bueno, y después de toda esta demostración de cinismo; la mayor de que he sido capaz de hacer gala hoy, vamos a hablar de cine. Vamos a hablar de los Ozores.

Recuerdo una frase, fantástica por supuesto, de un crítico de cine de El País, cuando estaba calificando una película de los Ozores (de Mariano y Antonio). Dijo el crítico: "Por estos años todavía estaban los hermanos Ozores emborronando celuloide". La frase es buenísima, lo reconozco. Es de una ironía y mala hostia fantástica. Probablemente a los hermanos Ozores les hubiese encantado, dado su peculiar e inmejorable sentido del humor. También recuerdo un estupendo chiste de Faemino y Cansado que decía: "Hola, soy crítico de cine y tengo un problema. El problema es que me gustan las mismas películas que a todo el mundo". Ése es, exagerando, un problema que tienen muchos críticos de cine.

¿Han sido los Ozores grandes cineastas? Probablemente no. Pero tienen mi admiración y reconocimiento por unas cuantas cosas. Y también mi respeto. Cuando hablo de los Ozores me estoy refiriendo a Mariano y Antonio, los que todavía viven hoy. No estoy hablando de José Luis, que sí que es un actor reconocido y respetado.

Mariano y Antonio han sido dos pioneros en muchas cosas. Quizá el mayor mérito le corresponda a Mariano, que era el director y el guionista de las películas que hacían. En primer lugar, ellos siempre serán recordados como unos de los principales artífices del destape, un tipo de cine que muchos califican de chusco y chabacano pero que sin duda era necesario hacer en España. Por otro lado, son gente inteligente, brillante, irónica, mordaz, ácida… con un sentido del humor degenerado, obsceno, grotesco, absurdo, cínico… Me encantan. Creo que han sido unos incomprendidos. Lo más parecido a su sentido del humor (en cuanto a degeneración, obscenidad, etc) hoy en día es La Hora Chanante, uno de los mejores programas de humor que se ha hecho en España en toda la historia. En España ha habido muy buenos cómicos: Gila, Eugenio, Faemino y Cansado, Martes y Trece… Los Ozores creo que se merecen también un lugar ahí. Yo las películas con las que más me he reído en mi vida han sido con algunas de los Hnos. Marx, con algunas de Woody Allen y con algunas de los Ozores. No pretendo compararlas, ni decir que los Ozores sean como los Marx o como Woody Allen. Solamente digo que tienen películas que son desternillantes, como por ejemplo Los Bingueros (que la vi el otro día y es fantástica), La loca historia de los Tres Mosqueteros o Ni te cases ni te embarques. Recuerdo escenas de esas películas igual que recuerdo la escena del camarote de los Marx (una de las mejores escenas cómicas y de guión de todos los tiempos) o igual que recuerdo algunas escenas de Toma el dinero y corre (de Woody Allen) u otras tantas películas suyas: Bananas, la última noche de Boris Grusenko, El dormilón, Annie Hall, Todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar, Misterioso asesinato en Manhattan, Broadway Danny Rose…

Esto pretendía ser un homenaje a los Ozores, que probablemente emborronaron celuloide, sí; pero también nos han dejado comedias disparatadas y desternillantes. Ha terminado siendo un homenaje a todos aquellos que han intentado siempre hacernos reír desde su sentido del humor, sea éste cual fuera. A todos ellos, muchas gracias.

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