Las películas de mi vida (XXIV): Espartaco

Hoy, que parece que por fin los problemas técnicos que me habían impedido acceder a este blog han finalizado, voy a comentar una película maravillosa, poética, épica a pesar del trágico final que tiene (o quizá no tan trágico).
En Espartaco ha habido una voluntad explícita de hacer una superproducción (con miles de extras y esas cosas) con un contenido moral y filosófico muy profundo. El filme está lleno de frases y escenas que te dejan la piel de gallina cuando las ves o las escuchas. Baste a modo de ejemplo la escena en la que Antonino, después de escapar de la casa de Craso, se pone a recitar versos a los esclavos. Y Espartaco, extasiado y abrumado por la belleza de estos versos, le dice:
-Tú no lucharás. Tú recitarás versos.
A lo que Antonino responde:
-Pero yo he venido a luchar.
Y Espartaco zanja la cuestión diciendo:
-Luchar lo puede hacer cualquiera. Recitar versos, no. Tú recitarás versos.
Simplemente maravilloso, además de ser verdad. Porque yo aún no conozco a nadie que recite como Sánchez Dragó.

O también tenemos esa otra escena en la que están Espartaco y Varinia (espero que se escriba así) y él, con toda la inocencia y candidez de una persona ansiosa por saber, le dice que desea saber por qué las estrellas no caen del cielo. Y Varinia le responde:
-Tú sabes cosas que no se aprenden.
Y Espartaco le contesta, con todo el pesar del mundo:
-Yo no sé nada.

No he escuchado la película en versión original, lo haré en cuanto tenga ocasión, aunque me temo que debe de ser un poco difícil porque estoy seguro que lo poética que es la versión doblada se debe a lo que debe serlo la versión original. La elección de las palabras no puede ser casual, estoy seguro de que cuando la doblaron al castellano se esmeraron mucho en la elección de los verbos. Por ejemplo, cuando Espartaco mata a Antonino (preciosa escena de amor) para que éste no muera en la cruz, una vez terminada la lucha entre ambos, Craso dice: "Que su cadáver no reciba sepultura, sea quemado, y esparcidas al viento sus cenizas". ¡Por Dios, esa frase bien merece una película para decirla! No es casual que la elección del verbo esparcir como traducción de "spread" (supongo) haya sido la elegida. Estoy absolutamente seguro de que ha habido una voluntad de excelencia y musicalidad en esa película.

Y ya no quiero dar la tabarra más con Espartaco, simplemente me parece una película de las Grandes de la Historia del Cine. Sólo deseo a quien lea este blog que vea la película y que disfrute de su guión tanto como lo hago yo cada vez que vuelvo a ver la película.

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